lunes, 24 de octubre de 2011

INTRUMENTOS MUSICALES

Un instrumento musical es un objeto compuesto por la combinación de uno o más sistemas resonantes y los medios para su vibración, construido con el propósito de reproducir sonido en uno o más tonos que puedan ser combinados por un intérprete para producir música. Al final, cualquier cosa que produzca sonido puede servir de instrumento musical, pero la expresión se reserva, generalmente, a aquellos objetos que tienen ese propósito específico.
El cuerpo humano, generando sonidos por medio de las vías aéreas superiores vocales y percusivos, fue, probablemente, el primer instrumento.  Sachs y otros han especulado sobre la capacidad del Homo habilis de agregar sonidos de modo idiofónico a impulsos de expresión emocional motriz como la danza, empleando diversos medios como piedras, troncos huecos, brazaletes, conchas y dientes de animales.
Nefertari tocando un sistro (templo de Abu Simbel).Excavaciones arqueológicas y demás han encontrado aerófonos de filo (flautas) de hueso de treinta mil años de antigüedad. Resulta evidente que algunos aerófonos producen sonido por la acción natural del viento (sobre cañas de bambú), ofreciendo el fenómeno sonoro al observador casual. Asimismo, otros aerófonos como los cuernos de animales, por el volumen de los sonidos producidos, pudieron ser y fueron empleados como instrumentos de señales sonoras para la caza. La gran cantidad de instrumentos musicales de viento, cuerda y percusión encontrados en excavaciones arqueológicas de todas las grandes civilizaciones antiguas y la extensa documentación pictórica y literaria coinciden con la gran importancia que la música ha tenido siempre para el ser humano. En tiempos del Egipto ptolemaico, el ingeniero Ctesibio de Alejandría desarrolló el órgano hidráulico o hydraulis, destinado a producir melodías con gran volumen sonoro, que podía ser empleado en funciones circenses al aire libre.
Clasificación: Artículo principal: Clasificación de instrumentos musicales
Existen muchas divisiones alternativas y subdivisiones de instrumentos. Generalmente, al estudiar los instrumentos musicales es frecuente encontrarse con la clásica división de los instrumentos en tres familias: viento, cuerda y percusión. Sin embargo, debido a que esta clasificación está orientada a los instrumentos de la orquesta sinfónica, adolece de ciertas restricciones y defectos. Debido a ello, algunos musicólogos sencillamente amplían esta clasificación añadiendo hasta tres categorías adicionales: voz, teclados y electrónicos. Sin embargo, en 1914 los musicos Curt Sachs y Erich Hornbostel idearon un nuevo método de clasificación que, atendiendo a las propiedades físicas de cada instrumento, pretendía ser capaz de englobar a todos los existentes. Una tercera clasificación, muy seguida en el este de Asia, clasifica los instrumentos atendiendo a sus materiales de construcción: metal, madera, barro, cuero, entre otros.
Pero si se busca una clasificación más sencilla, se puede escoger por viento, cuerda y percusión.

Viento: saxofón, flauta, clarinete, etc.
Cuerda: guitarra, arpa, violín, piano, etc.
Percusión: timbal, tambor, platillos, etc.
(Recordemos que el piano es de cuerda percutida)
Clasificación de Sachs y HornbostelArtículo principal:
 Hornbostel-Sachs
Erich von Hornbostel y Curt Sachs publicaron en 1914 una clasificación de los instrumentos musicales en su trabajo Zeitschrift für Ethnologie que es ampliamente seguida en la actualidad.

Establecieron cuatro clases o categorías principales de instrumentos musicales (a la que añadieron una quinta posteriormente), que a su vez se dividen en grupos y subgrupos, según el modo de generación del sonido:
Un par de claves.Idiófonos
Son aquellos instrumentos en los que el sonido procede de un cuerpo sólido y es generado por vibración del instrumento mismo mediante percusión, frotación o pulsación, como en el caso de las claves, xilófono, campana.

 Un timbal.Membranófonos
Los membranófonos son aquéllos en los cuales el sonido es generado por la vibración de una membrana por percusión o frotación, como es el caso del timbal, tambor, conga.

 Una flauta de origen paleolítico.Aerófonos
Son los llamados instrumentos de viento, donde el sonido es generado por la vibración del aire, a causa del roce con una lengüeta, labios o cuerdas vocales, como es en el caso de la flauta, trompeta, saxo.

 Un arpa celta.Cordófonos
Son los llamados instrumentos de cuerda, donde el sonido es generado por la vibración de una cuerda mediante percusión, frotación o pinzamiento, como en el caso del arpa, guitarra, violín, piano.

Electrófonos: Durante el siglo XX se desarrolló un nuevo tipo de instrumento, los denominados electrófonos.


Un sintetizador: En estos instrumentos, el sonido es generado por medios electrónicos, como en el sintetizador o el theremín.

No deben ser confundidos con los instrumentos electroacústicos, donde el sonido es generado de modo no electrónico pero modificado electrónicamente, como en el caso de la guitarra eléctrica y el bajo eléctrico.

Sachs, por esta razón, más tarde añadió una quinta categoría a su clasificación, los electrófonos.

Instrumentología:
·         Clasificación según su origen
Aborigen
Bombo
Caja
Quena
Siku
Erke
Pinkillo
Trutruka
Kultrun
Anata
Erkencho
Clavelito[2]
 Europeo
Guitarra
Arpa
Violín
Bandoneón
Acordeón
Europeo - Aborigen
Charango


FUENTES:





LA MUSICA


DEFINICION :
La música (del griego: μουσική [τέχνη] - mousikē [téchnē], "el arte de las musas") es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. El concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario. Desde hace varias décadas se ha vuelto más compleja la definición de qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores, en el marco de diversas experiencias artísticas fronterizas, han realizado obras que, si bien podrían considerarse musicales, expanden los límites de la definición de este arte.
La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, etc.)
 La música académica occidental ha desarrollado un método de escritura basado en dos ejes: el horizontal representa el transcurso del tiempo, y el vertical la altura del sonido; la duración de cada sonido está dada por la forma de las figuras musicales.
Las definiciones parten desde el seno de las culturas, y así, el sentido de las expresiones musicales se ve afectado por cuestiones psicológicas, sociales, culturales e históricas. De esta forma, surgen múltiples y diversas definiciones que pueden ser válidas en el momento de expresar qué se entiende por música. Ninguna, sin embargo, puede ser considerada como perfecta o absoluta.
Una definición bastante amplia determina que música es sonoridad organizada (según una formulación perceptible, coherente y significativa). Esta definición parte de que —en aquello a lo que consensualmente se puede denominar "música"— se pueden percibir ciertos patrones del "flujo sonoro" en función de cómo las propiedades del sonido son aprendidas y procesadas por los humanos (hay incluso quienes consideran que también por los animales).
Hoy en día es frecuente trabajar con un concepto de música basado en tres atributos esenciales: que utiliza sonidos, que es un producto humano (y en este sentido, artificial) y que predomina la función estética. Si tomáramos en cuenta solo los dos primeros elementos de la definición, nada diferenciaría a la música del lenguaje. En cuanto a la función "estética", se trata de un punto bastante discutible; así, por ejemplo, un "jingle" publicitario no deja de ser música por cumplir una función no estética (tratar de vender una mercancía). Por otra parte, hablar de una función "estética" presupone una idea de la música (y del arte en general) que funciona en forma autónoma, ajena al funcionamiento de la sociedad, tal como la vemos en la teoría del arte del filósofo Immanuel Kant.
Jean-Jacques Rousseau, autor de las voces musicales en L'Encyclopédie de Diderot, después recogidas en su Dictionnaire de la Musique,1 la definió como "Arte de combinar los sonidos de una manera agradable al oído".2
Según el compositor Claude Debussy, la música es "un total de fuerzas dispersas expresadas en un proceso sonoro que incluye: el instrumento, el instrumentista, el creador y su obra, un medio propagador y un sistema receptor".
La definición más habitual en los manuales de música se parece bastante a esta: "la música es el arte del bien combinar los sonidos en el tiempo". Esta definición no se detiene a explicar lo que es el arte, y presupone que hay combinaciones "bien hechas" y otras que no lo son, lo que es por lo menos discutible.
Algunos eruditos han definido y estudiado a la música como un conjunto de tonos ordenados de manera horizontal (melodía) y vertical (armonía). Este orden o estructura que debe tener un grupo de sonidos para ser llamados música está, por ejemplo, presente en las aseveraciones del filósofo Alemán Goethe cuando la comparaba con la arquitectura, definiendo metafóricamente a la arquitectura como "música congelada". La mayoría de los estudiosos coincide en el aspecto de la estructura, es decir, en el hecho de que la música implica una organización; pero algunos teóricos modernos difieren en que el resultado deba ser placentero o agradable.




 



FUENTE:

LA MUSICA Y LA INFORMATICA

LA MUSICA Y LA INFORMATICA : 
 
Más allá de la definición básica de la música como el arte de organizar los sonidos, la consolidación de la electrónica y la informática dentro de este ámbito ha permitido no sólo crear ondas musicales, sino también manipularlas para generar sonidos sintéticos.
Por principio de cuentas, recordemos que los sonidos son resultado de un conjunto de vibraciones que estimulan al oído y se transmiten en forma de ondas a través del aire. El hecho de que los instrumentos musicales, e incluso la voz humana, posean la capacidad de producir sonidos diferentes se debe a que no todos ellos son iguales porque las ondas que los generan tampoco lo son.
¿Qué hace posible distinguir los sonidos? La sensibilidad del oído para identificarlos por su intensidad, tono y timbre. La intensidad permite diferenciar los sonidos fuertes de los débiles, gracias a la cantidad de energía liberada al propagarse las ondas sonoras. El tono es una cualidad que permite distinguir los sonidos graves y los agudos a partir de la velocidad o frecuencia con que son transmitidas las vibraciones sonoras (si las vibraciones son rápidas, los sonidos son agudos, si son lentas los sonidos son graves). Por otra parte, el timbre permite distinguir los sonidos provenientes de cualquier instrumento musical, gracias a este es posible diferenciar el sonido de una nota en do, tocada en un piano, del sonido de la misma nota tocada en una guitarra.
Las características de estos elementos sonoros han llevado a algunos creativos de la música a prescindir de los instrumentos que los generan y crear las ondas sonoras a partir de procedimientos electrónicos, e inventar directamente formas de onda al margen de que exista o no un modo acústico para crear esos sonidos.
El origen de los sonidos electrónicos difiere de los acústicos porque no nacen de una vibración sino de un conjunto de señales eléctricas. Desde el punto de vista de la informática, el sonido es información.
Estas condiciones resultan particularmente interesantes si tenemos en cuenta que la música había sido creada con una variedad limitada de sonidos que generaban instrumentos musicales hechos para ese fin. Ninguno de los compositores del pasado pudieron inventar un sonido. Actualmente los músicos pueden manipular cada una de las características de los sonidos con la aparición de novedosas máquinas creativas como los sintetizadores y el MIDI.
El antecedente de los instrumentos musicales electrónicos se encuentra en la década de los 60´s, con el surgimiento de los primeros sintetizadores Moog, cuyo funcionamiento estaba basado en transistores. Pero es hasta finales de los 70´s y principios de los 80´s, cuando estos aparatos empezaron a cobrar popularidad gracias a su utilización en la creación de música popular (disco, pop, rock, etc.), con el tiempo y la experimentación en nuevas aplicaciones se fueron creando sintetizadores con características muy variadas fabricados tanto por empresas como por los mismos músicos, lo que ocasionó un caos ya que las interfaces de comunicación de los instrumentos musicales electrónicos no eran compatibles entre sí.
El sintetizador es una máquina creativa, que puede imitar cualquier sonido de la naturaleza (como el viento, el oleaje del mar o el canto de un pájaro) o simular otros sonidos como el de un helicóptero o de un carro. El sintetizador tiene la capacidad de imitar todos los instrumentos acústicos y electrónicos, puede ejecutar varias notas (con diferentes timbres) al mismo tiempo, como si estuviera tocando una orquesta entera. Claro que esta capacidad de creación y concentración de sonidos no fue bien aceptada entre los músicos que fueron sustituidos por tal instrumento en los estudios de grabación. Sinembargo,se ha visto que el potencial de sonidos que posee el sintetizador proporciona a la música un enfoque creativo con el desarrollo de nuevos sonidos.
Dichas características tímbricas e interpretativas del sintetizador y otros equipos, como el secuenciador o el sampler, ponen a la música en una situación nunca antes experimentada. La variedad disponible de posibilidades electrónicas, permite al sintetizador producir efectos de una versatilidad y una amplitud de registros inalcanzables para los instrumentos convencionales.
Invariablemente, esta evolución dentro de la música ha generado nuevas formas, nuevos recursos, donde el compositor dispone de una infinidad de elementos musicales electrónicos e informáticos para desarrollar su creatividad musical. Ello permite que los músicos actuales dispongan de una orquesta de tiempo completo, en su casa, con un costo operativo ínfimo.
Los sintetizadores utilizan diferentes sistemas para procesar el sonido: sustractivo, digital informático directo, manipulación de cinta magnética o modulación de frecuencia.
MIDI, que en español se traduce como Interfaz Digital de Instrumentos Musicales, es un sistema de comunicación que permite el intercambio de información entre los instrumentos musicales electrónicos. La idea básica de este sistema consiste en hacer sonar más de un aparato a la vez, creando así un instrumento polifónico por el sistema de adición de varios componentes.
Anteriormente se pensó en comunicar sólo instrumentos musicales, ahora se puede establecer cualquier comunicación con una impresora, un módem o un escáner. De hecho, en la informática musical el sistema MIDI permite el intercambio de información entre instrumentos musicales electrónicos compatibles (teclados, módulos o tarjetas de sonido, samplers, etcétera) y una computadora.
La computadora es también un instrumento de escritura e interpretación de partituras. Cuando se trata de generar composiciones, la computadora cuenta con programas de notación musical en los que se puede escribir con el ratón o tocando un instrumento con MIDI; se puede cortar y pegar cualquier partitura y las posibilidades de manejar con facilidad complejas pautas para múltiples intérpretes son variables.




FUENTES :

GENEROS MUSICALES

GENEROS MUSICALES :
Un género musical es una categoría que reúne composiciones musicales que comparten distintos criterios de afinidad.
 Estos criterios pueden ser específicamente musicales, como el ritmo, la instrumentación, las características armónicas o melódicas o su estructura, y también basarse en características no musicales, como la región geográfica de origen, el período histórico, el contexto sociocultural u otros aspectos más amplios de una determinada cultura.
Los géneros a su vez se dividen en subgéneros. En algunos géneros determinados como el flamenco el término subgénero se sustituye por otro que determina cada una de las variedades denominándose de una forma propia, en este caso palos.[2] Una composición musical puede ser clasificada dentro de varios de un género, y es expresada a través del estilo concreto del artista. En los casos en que esta multiplicidad de géneros resulta evidente dentro del estilo del artista, o es un objetivo buscado por el compositor, suele hablarse de música de fusión, que si se llegan a generalizar lo suficiente pueden llegar a formar géneros de fusión prácticamente independientes.
Estilo musical y género musical: Existe cierta confusión entre los términos estilo musical y género musical. Un estilo musical es el carácter propio que da a sus obras un artista o un músico (ejemplo: el estilo de Rossini
Cuando un estilo se diferencia lo suficiente y se generaliza en distintas obras y múltiples artistas que toman rasgos comunes entre sí se forma una categoría que se denomina género musical[4] (ejemplo: el rock es un género musical de ritmo muy marcado
En otro sentido el término estilo también se puede utilizar para definir al conjunto de características específicas en el caso de que se refiera en concreto a aquéllas que individualizan la tendencia de una época (ejemplo: estilo neoclásico)
Géneros musicales Categoría principal: Géneros musicales
Actualmente existen multitud de géneros musicales en constante evolución. Desde géneros musicales demarcados conceptualmente que abarcan campo definido y específico, y que presentan una asentada concepción (tango, blues, salsa, hip hop...); hasta amplias y difusas categorías musicales que abarcan un marco absolutamente heterogéneo musicalmente, de nueva creación por parte de las discográficas para acercar la música al profano y facilitar su clasificación (música rock, música universal o world music, música electrónica...).
Criterios de clasificación: La clasificación en géneros musicales suele realizarse según los siguientes criterios:

Características melódicas, armónicas y rítmicas.
Instrumentación típica.
Lugar geográfico donde se desarrolla principalmente.
Origen histórico y sociocultural.
Estructura de las obras (canciones, movimientos, etc.).
Normas y técnicas de composición e interpretación.
Medios y métodos de difusión.
 Problemática de la clasificación: Uno de los inconvenientes al agrupar música por géneros reside en que se trata de un proceso subjetivo que resulta muy influido por el conocimiento personal y la forma de cada uno de sentir y escuchar la música. Esto es especialmente cierto en las "grandes categorías" que clasifican a la música en culta o música popular, debido al alto grado de abstracción que la complejidad del conjunto requiere para encontrar características comunes, y -en el otro extremo- en el caso de subgéneros por especificación detallada que contrasta también con la complejidad de orígenes e influencias de una obra determinada. Un ejemplo de esto último es la música de Led Zeppelin, que puede ser llamada heavy metal, hard rock, rock clásico, en función de lo que cada uno interprete.
Cambio del contexto cultura: lEste problema afecta especialmente al concepto de popularidad en la clasificación por géneros. Por ejemplo, la música barroca o renacentista, que la mayoría de las personas agruparía actualmente bajo el supragénero de "música académica" - ya que su difusión e interpretación está limitada a sectores especializados - fue en realidad la "música popular" de aquella época.
 Relatividad: Algunos géneros musicales son muy vagos, y pueden resultar relativizados o ignorados por los críticos; el post rock, por ejemplo, es un término creado por Simon Reynolds, resultando en una clasificación controvertida. Otro ejemplo es la música de videojuegos, definida por su canal de difusión, que podría o no según el criterio que se utilice, definir un género musical propio.
 Resistencia: La categorización de la música, especialmente en géneros muy específicos o subgéneros, puede resultar difícil para los nuevos estilos emergentes o para piezas musicales que incorporan características de múltiples géneros. Los intentos por circunscribir músicos individuales a un género determinado pueden inducir a error, ya que es habitual que produzcan música en una variedad de géneros en el transcurso de su carrera, o incluso, en una misma pieza musical. Algunas personas sienten que la categorización de la música en géneros se basa más en motivos comerciales y de mercado que en criterios musicales. Por ejemplo John Zorn, un músico cuya obra ha cubierto una amplia gama de géneros, escribió que estos son herramientas usadas para "hacer más cómoda y comercializable la compleja visión personal de un artista".[6]
Ventajas de la clasificación: Categorizar la música se hace necesario para facilitar el seguimiento de la historia y los distintos géneros de la música, además de conceptualizar, distinguir y definir más claramente cada uno de ellos. Además, el uso de etiquetas puede actualmente dirigir el desarrollo de la nueva música al extremo de ayudar a cultivar el interés y la participación de la audiencia en los estadios iniciales de una tendencia.
 Géneros principales: Música cultaLa música docta, académica, culta o selecta es uno de los tres grandes géneros en los que se puede dividir la música en general, junto con la música popular y la música tradicional o folclórica,[7] [8] que veremos a continuación. Se trata de un término muchas veces impreciso pero profundamente arraigado e institucionalizado en la sociedad, además del modo habitual de referirse a otros vocablos similares,[9] que aparece por primera vez en el Oxford English Dictionary de 1836.[10] Implica todo tipo de consideraciones teóricas, estéticas y estructurales, y habitualmente conlleva una larga tradición escrita, por lo que sus intérpretes suelen tener años de formación en un conservatorio.
En Europa, la música docta tiene un importante desarrollo entre los años 1450 y 1950 aproximadamente. Tradicionalmente, y por razones pedagógicas y formales (ante el cáracter extraordinariamente variable de la música clásica a lo largo de su historia), este período se ha dividido en cuatro etapas principales que permiten conocer mejor el contexto donde está inmersa cada obra: el Renacimiento, el Barroco, el Clasicismo y el Romanticismo musical. A continuación, se presenta una pequeña selección de algunos de los compositores más importantes:



No obstante, ha de notarse que la música clásica también existe en la segunda mitad del siglo XX (véase Música clásica del siglo XX), en nuestro tiempo (véase Música clásica contemporánea) y en muchas otras culturas (véase, a modo de ejemplo, Música clásica india).
Música popular: La música popular se opone a la música académica y es un conjunto de estilos musicales que, a diferencia de la música tradicional o folclórica, no se identifican con naciones o etnias específicas. Por su sencillez y corta duración, no suelen requerir de conocimientos musicales elevados para ser interpretados y se comercializan y difunden gracias a los medios de comunicación de masas.[11] [12] Esta última afirmación es discutida desde muchos ámbitos de compositores e intérpretes y cada vez más tiende a pensarse a la música popular y la música culta como músicas de prácticas diferentes, si bien comparten muchas características de su lenguaje. Existen músicas populares que requieren habilidades musicales elevadas y por otro lado músicas cultas extremadamente sencillas. En general puede decirse que la música culta viene de la música escrita en partituras y la popular de la tradición no escrita, sea ésta popular o profesional. En parte, el surgimiento de los medios masivos de difusión y el negocio de la música han contribuido a desdibujar los límites entre estas músicas.[10]
Dicho brevemente, puede afirmarse que la música popular surge en Europa con la llegada de la Revolución industrial en el siglo XVIII, cuando la mejora tecnológica hace posible que los fabricantes puedan comenzar a producir instrumentos musicales en serie y a venderlos a un precio razonable, llegando así a la clase media.
Otro avance importante en el desarrollo de este tipo de música se produce en el siglo XIX gracias al fonógrafo de Edison y al gramófono de Berliner, que permiten al público en general grabar su propia música o escuchar la música compuesta por los demás sin necesidad de asistir a un concierto en directo. De hecho, a finales de los años veinte del siglo siguiente, muchos compositores prestigiosos e intérpretes populares ya habían efectuado múltiples grabaciones que pudieron difundir a través de otros inventos modernos de la época como la radio y, posteriormente, la televisión.
Pero no será hasta la década de los cincuenta cuando la música popular alcance realmente la divulgación que tiene hoy en día gracias al desarrollo del rock and roll y a la popularidad que alcanzaron las gramolas en los bares, pubs, cafeterías y restaurantes. Además, no tuvo que pasar mucho tiempo antes de que apareciesen en el sector nuevos géneros y subgéneros como la música pop, música electrónica, el heavy metal o el punk, hasta tal punto que actualmente los estilos musicales son tantos y tan variados, y las fronteras tan difusas, que es difícil saber cuando se está hablando de uno y cuando de otro.
Música tradicional : La música tradicional o música folklórica es el último de los tres grandes géneros musicales y se opone tanto a la música docta como a la música popular. Tradicionalmente se transmite oralmente de generación en generación al margen de la enseñanza musical académica como una parte más de los valores y de la cultura de un pueblo. Así pues, tiene un marcado carácter étnico que normalmente la hace difícil de comprender a escala internacional. No obstante, existen excepciones notables como el flamenco, la jota, el tango, la samba y, en general, todos los ritmos latinos que hayan mantenido cierta entidad propia con el tiempo. En los últimos tiempos se han agrupado en el género musical artificial conocido como músicas del mundo (en inglés world music).

Limitaciones formales: El mayor problema que conlleva dividir la música en categorías es que cada artista tiene su propia historia, su propio estilo y su propio modo de hacer las cosas, con lo que nunca es fácil poner etiquetas y muchas veces un mismo compositor puede ser catalogado a la vez en dos o más de ellas. Así por ejemplo, muchos artistas populares tienen una amplia formación musical, demuestran gran virtuosismo en sus interpretaciones y se preocupan poco por las ventas, relegándolas a un segundo plano. Del mismo modo, la música folclórica está cada vez más extendida y más cerca de ser como la música popular, si bien todavía existen diferencias importantes.








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